En la antigua Grecia nada se sabía sobre microorganismos o medidas de prevención en salud sin embargo, se estableció que la personalidad desempeña un papel fundamental como causal de las enfermedades. Galeno de Pérgamo hacia el siglo II a.C. ya había observado la relación estrecha entre los estados de melancolía y la aparición del cáncer de mama. Con esta misma noción Hipócrates de Cos confirmaba esta relación estableciéndose el enfoque holístico sobre la salud (de salus. Lat. -ūtis). Platón, durante el siglo IV, propugnaba que la buena educación mejoraba la mente y el cuerpo reconociendo además que unas buenas condiciones en salud corporal conducían a la higiene mental.
Video ConferenciaLa crítica al objetivismo es contundente en tanto, in sensu stricto, si la objetividad no es posible luego entonces todo conocimiento debe ser subjetivo; el subjectus (Sujeto) en su razón última. Con lo cual, un tratamiento subjetivista sobre cualquier fenómeno o cosa supone que toda afirmación tiene un valor de opinión, y las opiniones no pueden ser ni verdaderas ni falsas; todas las opiniones tienen el mismo valor epistemológico. Una de las formas más arraigadas en el tratamiento subjetivista del conocimiento es el emotivismo o expresión de preferencias, de expresiones de actitud o de sentimiento en la medida en que estos poseen un carácter valorativo. La razón última para sostener que no es posible un modo racional para un juicio en el orden de lo subjetivo estriba en la tesis central del subjetivismo: el alma.
Video ConferenciaTal y cómo se ha visto en sesiones anteriores la vida orgánica representa un objeto muy complejo cuyos componentes al mismo tiempo, deben relacionarse de una forma coherente con al menos algún otro componente. Estos componentes, compréndase, tangibles como los órganos, o conceptuales como las emociones o comportamientos. Debemos entender el sistema orgánico en tanto sistema (lat. systēma, y éste del griego σύστημα) como una unidad cuya composición, estructura y entorno mantienen una figura o forma
El organismo requiere de una capacidad de interacción innata entre éste y el medio ambiente por el cual pervive; esto debe asegurarle responder a los cambios y ajustes vengan de donde provengan. En tal sentido adquirió consistencia en el campo de la biología y más concretamente, en el estudio de la salud y la motivación, el término homeostasis (gr. ὅμος y στάσις) como propiedad en los organismos vivos consistente en mantener un estado interno estable compensando los cambios en su entorno mediante el intercambio regulado de materia y energía con el exterior. Dicha noción fue difundida por el fisiólogo francés C. Bernard en 1865 en sus descripciones científicas.
La promoción de la salud es la fase educativa dentro de las tres acciones de la salud junto con previsión y tratamiento. Permite a las personas incrementar el manejo de información, procesar el conocimiento y así implicarse, conscientemente, en las tareas de control, mantenimiento y tratamientos sobre su salud. Es una etapa en la actividad saludable que busca hacer partícipe al individuo en las acciones para lograr mejoraría
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La conducta de riesgo se define en la búsqueda y exposición repetida que el individuo manifiesta ante el peligro. Son comportamientos en situación límite, en el que la persona expone, voluntariamente, su vida en juego. Estos comportamientos no deben confundirse con las acciones peligrosas o arriesgadas y que se realizan cuando las circunstancias así lo imponen (no voluntarias). Las conductas de riesgo se reflejan en una extraña fascinación por el peligro extremo y, en especial, por la recreación de sensaciones fuertes relacionadas con el enfrentamiento permanente ante la muerte
Analicemos el fenómeno y la conceptualización dada a la enfermedad para entender mejor su sentido e importancia como dicotomía junto con salud. En principio debemos decir que la enfermedad ha sido establecida como una negación de la salud, por lo que en queda verificada en negación a la salud: enfermedad igual a no salud. Además de ello, la enfermedad ha sido comprendida desde muy distintos enfoques. Partiendo del hecho de que sólo existe un tipo de enfermedad (no salud), lo que procede a revisar entonces es su caracterización.
Hemos visto que se puede someter el individuo a un proceso de desahogo para así restablecer el equilibrio que tanto se desea. Sin embargo, hay afecciones del orden de lo adquirido que no son tan propensas a sanarse por estos medios. Lejos de lo que se ha supuesto comúnmente, las adicciones están conformadas por comportamientos compulsivos provocados por deseos no controlados y que consumen pensamientos (síndrome de abstinencia) [Becoña Iglesias & Cortés Tomás, (coord.), 2011; 35].
La acepción dada al término alivio establece en el DRAE (2014) que es una percepción al explicar un (m.) aligeramiento o disminución de la carga o peso. Ante la presencia de un estado de enfermedad, en cambio, implica la percepción en la disminución o mitigación de dicha una enfermedad, una pena o ante la fatiga.
La conceptualización al alivio, podemos observar, no se puede limitar al uso médico. Hay varias acepciones dependiendo del campo del conocimiento que a este término, lo mismo que ocurre con otros tantos, tienen aplicación dentro de su área de dominio del conocimiento. .
En el tercer de los momentos señalados por la OMS en relación a los fines y propósitos de la salud (promoción, prevención y tratamiento) aquí debemos describir algunas de las estrategias para lograr un estado saludable en lo mayormente posible. Implica reflexionar la clínica aplicada en lo convencional así como el amplio conjunto de recursos y apoyos que nos brinda el ámbito cultural de la salud. También consideramos los recursos que bien pudiésemos, en la consciencia de nuestro propio organismo detectar que hacen falta.